Descompuesto [+18]

No tenía mucho interés en clases. A veces su aburrimiento era extremo. Por eso cuando salió, sin mucho interés del aula, no notó nada. Pero un mensaje a su celular la alertó. Miró el aparato, era Tamara.

El mensaje era muy simple "Su prometido se encuentra aquí" corrió allá, más de una vez casi cae, ya que medio rapaba en las curvas. Al llegar el corazón lo tenía a mil. Tamara no dijo nada. Solo señaló la cortina y luego el lugar vacío. Por último le dijo al enfermo en voz alta que ya volvería y salió. Adoraba a Tamara. Muy lentamente se acercó a la cortina y la abrió, pasó con solemnidad.

Cerró la cortina atrás de ella y lo miró. Con tanta diplomacia que le dolía se sentó a su lado. Le miró profundamente y respiró hondo- Estaremos solos por un tiempo -no se le había ocurrido nada mejor- ¿Te sienes mejor?

Enmarcó una ceja. Nunca desearía su libertad a costa de su vida. Le fulminó con la mirada irritada por sus palabras. Respiró hondo y cerró los ojos.

Le sacó la lengua- Soy un oasis de calma. Soy un oasis de calma -se repitió como mantra personal. Abrió los ojos e intentó sonreír- Si crees que he venido casi matándome por nada, te equivocas

Apartó la mirada. Deacon era realmente cruel. Hablar de su padre de esa forma era... malvado. Si tanto no soportaba a su padre, entonces, no la soportaba a ella- A mi me parece un profesor muy guapo -le quitó importancia al asunto.

Se inclinó sobre él y le acomodó la almohada, cubrió con su rostro y torso el campo de visión del chico con ese acto. Volvió a sentarse y comenzó a morderse el labio inferior- ¿No te estás alimentando bien? ¿O... qué?

Acaba de tener una muy buena idea. Le sonrió enigmática como si analizara su propuesta- Esta bien, pero no ahora -lo pospuso para el fin de semana, cuando hiciera esa apuesta loca que tenía con Sunny.

Buscó en el bolsillo que se mando ha hacer a la cintura de la falda y sacó su celular. Intentó no demostrar su vergüenza y le enseñó el simple mensaje- Demasiado directa -negó para excusarse- O simplemente me preocupé, míralo como quieras -susurró.

Enmarcó su fina ceja divertida- Y por eso estás aquí -hizo como si sus dedos caminaran sobre el pecho de él- podría ver que encontró Tammy y... enterarme o... -le sonrió- me dirás tú ¿Qué dices?

Terminó media recostada. Subió una de sus piernas, intentando poner un límite. La tomó por sorpresa su actitud. Solo había estado bromeando. Ya estaba acostumbrada a que no le contara nada.

Apartó la mirada. Fingió calma y apoyó su mejilla contra la cama- Solo bromeaba. Yo se mi lugar -respiró hondo y suspiró.

Cerró los ojos y sintió el aroma de él. Claro, tenía que irse y dejarlo en paz. Pero se sentía bien ahí. Solo un momento egoísta imaginaría algo imposible. Luego se iría. Recogió sus piernas para darle espacio y se quedó a los pies de la cama.

Su cara de fastidio se hizo mas obvia

¿Ya vas a comenzar? le pregunto un poco cansado de “yo se mi lugar”… realmente no lo sabía, por eso odiaba que ella aparentara que si lo sabía.

Suspiro mientras masajeaba lo alto de su nariz, en la espina nasal con su pulgar índice y medio.

Se estiró y tomo nuevamente una bolsa de sangre, estaba tibia, así que le enterró los dientes antes de que se terminara de enfriar ¿Gustas? le preguntó mirándola, como niño que pregunta con tanta inocencia deseando que le contesten que no. Bipolar

Guardó comentario alguno sobre sus primeras palabras. Se giró para quedar boca arriba y separó un poco sus piernas. Dejó sobre su abdomen sus manos y le sonrió.

El lado positivo de todo. Si había uno. Era que Deacon parecía aún un niño. Tal vez por su preocupación, su sonrisa demostró lo encantada que estaba al verlo así. Muy lentamente se quitó los zapatos y apoyó sus pies a cada costado de las piernas de él. Aquella era una de las poses que gustaban fotografiarla. Aunque casi nunca se dejaba. La veía muy pervertida.

Más si... movió uno de sus brazos a un costado de su rostro y la otra mano la deslizó hasta su cadera- Todo tuyo -soltó la frase sin decir si le contestaba a su pregunta o a otra cosa.

Le miró con ojos entrecerrados, con cierta sospecha.

No le gustaba cuando hacía eso, él la quería de buena manera así que no la tocaría hasta que mínimo fueran mayores de edad, pero aquellas poses que de repente tomaba la chica… le hacían flojear en su decisión. Así que se aferró a su bolsa de sangre mirando el techo, haciéndose hacia atrás apoyando una mano

¿Sabes lo malo de que crean que eres un maldito gigoló? comenzó a decir como si nada que creen que te lanzaras sobre toda chica linda que llega poniendo poses sexys… ni siquiera piensan ahora si tu quieres o no..

Le sonrió enternecida cuando notó la sospecha en sus ojos. Pobre. Tanto recelo le tenía. Una idea le cruzó por la cabeza- ¿Recuerdas lo bien que nos llevábamos una época? Yo te contaba todo y nos reíamos mucho. Volvamos a ese tiempo, seamos amigos -quiso decir primos. Pero él se enojaría.

Le escuchó atentamente y sonrió- Deberías hacerte un club con tu némecis, él piensa lo mismo -le pico un poco pero en buena honda. Chasqueó la lengua- No deberían creer eso. Sino en más de una borrachera me hubieses echo algo o... tal vez es solo conmigo y realmente tienes una vida de pasiones

El recuerdo del momento en que se habían besado le golpeó. Un fuerte sonrojo le invadió. Pero solo un segundo, luego volvió a su intento de alegría- Deberias ser máquina sexual y siempre querer -le sacó la lengua.

Lo recuerdo dijo antes que ella terminara de formular la pregunta, como si quisiera evitar un viejo tema que había quedado en el pasado, su corazón latió fuertemente, solo fuerte no rápido, el pecho le dolió es imposible argumento ante el ofrecimiento de la chica … las cosas no son iguales

Silvio?.. No, graciasMurmuro como si nada antes de reír Diablos me has descubierto contesto al puro estilo de la vieja escuela de sarcasmo e ironizmo de House, antes de reír un poco ves, apuesto a que has de creerle a toda chica que dice que se acostó conmigo… para serte honesto de cada 20 que dicen que se acostaron conmigo solo lo he hecho con una!

Catrina, si siempre “quisiera” después el sexo se volvería algo insípido… una rutina como dar un beso, y no debe ser asi…

Cerró los ojos. Ella quería eso. Poco a poco un puchero se fue formando en sus labios. La expresión que demostraba que no quería un no como respuesta se formó en su joven rostro- No te hagas el difícil, quiero llevarme bien contigo

Le siguió sacando la lengua y dobló un poco las piernas para apoyar sus pies sobre las piernas de él, justo en donde se unían a la cadera- Una de veinte... eso deja... ¿Quince chicas? -exageró un poco. Ni le tantas le confesaran esas cosas- Me pregunto ¿Cuáles serán tus gustos? -abrió los ojos.

Estiró los brazos a los costados y arqueó la espalda. Como si lo que dijo Deacon le dio sueño y bostezaba. Apoyó su pie en el pecho de él- A mi me encantaría. Tú sabes, sin rutina alguna, hacer el amor. Intentar cosas nuevas. Satisfacer a mi pareja. Hacerlo adicto -bajó el pie y se volvió a apoyar del todo en la cama- ¿Sabes? A mi no me agota, me llena de vida, de energía, hacerlo

No, y no insistas, tengo los genes de mi madre ¿tu padre no te ha contado? le dijo totalmente serio aun mordiendo la bolsa que ya no tenía nada

Se estremeció al sentir su pie, sus manos se encontraban sosteniendo la bolsa a la cual apretó un poco mas .. diablos, entonces tendré que hacer nuevo cálculo, yo creía que eran 35 le siguió un poco el juego aun mirando el techo mis gustos… algún día te diré…. Concluyó tus gustos por otro lado son mas obvios, occidentales y asexuales… rió un poco mirándole para ver su reacción

No me entendiste medito mirando otra vez el techo .. además, cuando es una pareja estable, el asunto cambia, porque se puede hacer el amor sin tener sexo…

La mención de tía Halley y su padre la mirada se le nubló un segundo. Lo sabía todo. Su padre y su tía habían sido mucho más que amantes. Mientras ella sufría. Su tía fue feliz a su edad. Le daba demasiada envidia.

Abrió la boca pero mantuvo la sonrisa. Claro, ella solo había estado con dos hombres en su vida. El conocimiento 'público' era solo uno. Temía tanto terminar como su madre- ¡35 mujeres! Máquina sexual a la que me vinieron a comprometer -le acusó en broma.

Rodeó sus caderas con sus piernas y se juntó a él para darse impulso y sentarse. Claro que terminó sentada sobre sus piernas masculinas. Movió las caderas hacia atrás para darle espacio vital a Deacon- Exacto, como David de Miguel Ángel -suspiró fingidamente, como si fuese su amor platónico.

Echó el rostro hacia atrás. También miró el techo. A ver si lo encontraba entretenido- Pues yo me refiero a eso. No al sexo vacío de tus 35 mujeres sino... pero si al sexo que hay en hacer el amor -bajó la mirada- Si veo que mi esposo me desea, le entregaré mi cuerpo siempre y lo seduciré -le acarició el cuello con sus dedos- Que mi contacto le haga olvidar que hubo otros -murmuró.

Rió ante la acusación

Vamos, no son tantas como realmente parece jugó todavía sosteniendo a catrina por la cintura para que no se callera pero luciendo incomodo por la nueva pose que había adoptado la chica, realmente… no le agradaba para nada cuando hacía eso, algún día, sus.. instintos dominarían por encima de su mente y ese día… él se arrepentiría demasiado por no haber aferrado sus planes

Venga, no sabía que David, fuera occidental le molesto riendo

Rió ante la mención de las 35 mujeres contando nuevamente los azulejos del techo

Vale, solo han sido tres chicas, y por desgracia una no cuenta porque algo extraño había en la bebida confesó aunque el sentir los dedos de catrina le hizo estremecerse por completo, la dejo a un lado con su corazón latiendo a mil mientras el se paraba para caminar en círculos en el cubículo no hagas eso.. le pidió en un murmuro un poco agitado

Le sacó la lengua y lo abrazó mientras pudo. Le encanta sentirse tranquila. Si podía estar así con Deacon siempre... Necesitaba un buen llevar con él antes de casarse. No sabía porque, pero la idea de que dentro de poco tiempo. En sus cumpleaños. Ya sabría cuando se iba a casar con él.

Negó como si un niño le dijera que el cielo es verde- No solo me gustan los occidentales. Aunque me ponen nerviosa -se estremeció- No se porque..

Tres chicas ¡Tres!- Me ganas con un... -se calló y sonrió mirando el techo. Solo eran tres ¿Podía creerle? Deseaba hacerlo. La curiosidad le rogaba preguntar sobre eso de la bebida. Pero él no le diría o eso temía.

Hasta ella pudo escuchar el corazón de Deacon. Y eso solo significaba que había acertado en algo. Aún estando alejada de él, su pecho latía casi a golpes. Y ella sonreía- Lo guardaré para la luna de miel -se recostó a lo largo de la cama. La falda no le importó, mejor si se le subía. Mejor si la blusa se doblaba. Mucho mejor. Necesitaba un poco de seguridad para 'ese día'

No es que le molestara sus abrazos, es que…lo iba a sacar de quicio

En lo personal… las occidentales no me gustan, todas son iguales… se quejó

Es bueno saber que por lo menos te gano con un numero murmuro un tanto molesto aunque no fue su intención que su molestia se notara

Le miró molestó

¿Es que no estarás feliz hasta que me tengas comiendo de tus pies deseando por hacerte el amor? le preguntó con cierta indagación caminado de un lado a otro

Claro que no. Todos los occidentales eran diferentes. Ella que vivió tanto con ellos sabía encontrar tanta diferencia como ahí. Diferencias obvias. Pero no le discutiría.

Giró los ojos- Perdona por no guardar mi castidad hasta nuestro matrimonio, amor mío -sus palabras destilaban sarcasmo. No podía odiarla, si ella no lo hacía. Tenía celos, pero no odio.

Ella se sentó y se quitó el suéter, se abrió un par de botones de la blusa para dejar un escote y se subió la falda lo justo- ¿Me has deseado alguna vez Deacon? Porque hacer el amor se ve tan lejano como estar segura que me volverás a besar -se mordió la lengua. Oficialmente acaba de hablar con todo menos con el cerebro.

No, no te perdonare dijo simplemente luciendo indiferente aunque sus celos le estuvieran matando

Cuando vio que se quitó el suéter le dio la espalda masajeándose los ojos con los dedos y cierta desesperación ¿Cómo te atreves a decir que sabes cual es tu lugar si ni siquiera sabes lo que provocas en mi y mis hormas? Dijo lentamente como si dijera algo sumamente complicado para alguien sumamente estúpido, ¿No era obvio que la había deseado desde que tuvo conciencia de que era el sexo?

Ni si quiera notas lo difícil que me es contenerme en cada beso negó la cabeza molesto mientras salía de cubículo para tomar aire fresco

Una enorme apuñalada llegó a su pecho.

'No te voy a perdonar'

'No te voy a perdonar'

'No te voy a perdonar'

'No te voy a perdonar'

Respiró hondo y deseó llorar. Le odió con tanta fuerza. Soltó un gruñido y fue atrás de él. Le tomó del brazo aunque la vida se le fuese en ello- Lo se, soy tu maldita maldición -en ese arranque de ira no pensó nada. Ahí fue. En un jalón se quito la blusa y dejó ver un sostén blanco, de encaje. Y antes que huyera lo abrazo. Mejor y pensara como cortarle los brazos- Te reto. Te reto a besarme sin contenerme. Sin pensar si me voy a romper, sin problema alguno. Hazme ver mi error -le exigió.

Todo sucedió rápido, trató de zafarse de ella y ella como respuesta se quito la camisa, el enfermero les miró y Deacon abrazó a catrina contra su pecho para que saliera del campo de visión de el hombre, Arthur le dirigió una mirada asesinad A fuera… el enfermero se quedó perplejo y salió totalmente confundido

Le escuchó y trato de alejarla cerrando los ojos con intesidad

No lo hago por si te rompes… lo hago por que yo no resistiría.. yo soy el débil ¿Vale?... no hagas esto, piensa que tu padre en cualquier momento podría darse cuenta de tu ausencia y venir…

Hielo
Nieve
Deacon Frost
Hierro
Metal
Cataratas… cosas frias

Tal vez su padre tenía razón y las mujeres con nombres que iniciaban con "Cat" estaban destinadas a ser locas. Se estrechó contra él. Solo una cosa pedía y podía estar calmada. Por el momento por lo menos.

Sonrió cínica, como una Sly- Tamara me encubrirá, lo hace siempre -le tomó el rostro. Al final tuvo que ponerse de puntillas- No le diré a nadie -ni le importaba haber sido vista por otra persona. Le era tan poco relevante. Lo besó y buscó incitarlo. Solo quería un verdadero beso de su parte.

No importaba la intensidad que tuviese. Apretó su pecho a él insistiendo y sin soltar su boca. Solo quería que fuese franco una vez con ella.

Le miró parpadeando un poco y manteniendo sus pensamientos dentro de su cabeza, “Tamara me encubrirá”.. no podía creer que se pusiera en la pose de hija del amo.

Ella le besó, él no le contestó el beso, alzo el rostro, las palabras se desbordaron de su boca sin poderla contener

Pides un beso.. como si los que te han dado hubieran sido hipócritas cuando se me ha ido la vida en ellos, cuando en cada beso que te he dado, aunque pocos han sido honestos…le tomo por el rostro mirándole con cierto rencor … y aun así ¿No ha sido suficiente?.. no te conformas con lo poco y honesto que te doy, quieres tomar todo.. vale, aquí esta tomalo le besó con fuerza, con violencia mientras la tomaba por los brazos y la empujaba hacia adentro del cubículo sin mucha consideración, al cabo, ella lo había enloquecido te juro que trate de darte lo mejor de mi… te juro que lo intente, pero tu presionas, presionas… le dijo sin soltarla mientras la empujaba contra la camilla