Lectura real

12 de septiembre|Libre

A punto del toque de queda, un respiro a cualquier la venía bien en especial cuando daría una ronda en la noche, llevaba un pesado libro de medicina, pero en su interior, oculto para ojo humano, llevaba una cómic, uno de los recientes números de su personaje favorito.


Por eso se había apartado y llegado hasta los prados, esperando así que los alumnos ya estuvieran lejos, en especial por la fría brisa que se daba, aún llevaba la bata de doctora encima, varias cadenas de un bolsillo al otro, una gargantilla de cuero cubría su cuello, un simple top que dejaba ver su ombligo, desgastado y peculiar, además de la falda de trabajo, corta y largas botas negras. Como pocas veces no usaba sus lentillas y dejaba ver su mirada gris.

Así se recostó boca abajo y abrió el libro y ahí se puso a leer, aún era joven, vampira o humana, haría lo que hacía en ese momento.

Había salido a dar un paso, últimamente el tiempo libre era lo que más lo sobraba, tal vez el motivo era que aún los alumnos tenían cierto respeto por los profesores, sin contar que el no fuera de los que les gustaba dejar kilos de tarea, bueno, no al principio.

Salió a fumar un poco, al cabo, después tendría ronda, eso le había informado Hall, aunque al parecer ella tampoco sabía quién sería su compañero de ronda. De cierta manera era bueno tenerla ahí, después de dos años por primera vez sabía que documentos debía entregar al día siguiente y sus listas de alumnado estaban al día. Un verdadero milagro.

Había vagado un rato por los campos cuando una visión le dejo un tanto atonito. Una chica con bata de doctor… sin ninguna otra finta medica. Negó con la cabeza, vamos, donde había quedado el respeto por el uniforme blanco, en sus tiempos, los médicos portaban el uniforme con orgullo de forma pulcra. Entendía lo guapa de la doctora… pero vamos…

Se acercó un poco notando que tenía un libro. El Grey’s Anatomy prestigioso libro de medicina, había escuchado que incluso en otros países lo usaban como base en los estudios médicos, se paró enfrente de ella con la cabeza ladeada y las manos en los bolsillos

Se me hace un poco injusto, cuando yo estudie medicina… los libros no venían con comics incluidos

Los alumnos humanos eran los más problemáticos, siempre salían lastimados más seguido, le gustaba mantener todo en orden y hacer pequeños rastreos personales. Después de todo era Catrina quien estaba ahí, lo que mantenía la luz de su líder.

Lo que más respetaba era ver al señor Sly tan tranquilo en toda esa situación, Deisho le había contado sobre la relación que tuvo este con la señorita Frost. Ella no hubiese soportado estar tan cerca de alguien que le hiciera sentir como cuando fue humana. Se rió de si misma, eso nunca ocurriría.

Mientras leía, no hacía nada más que mover sus ojos, por eso solo leía en lugares confiables, además que siempre llevaba con ella el modo de defenderse. Siempre se sintió Michelotto, fue su inspiración siempre, un solo ser humano capaz de asesinar comitivas completas.

Por eso cuando escuchó una voz, respiró hondo y el aroma a varios cigarrillos y mezclas. El aroma le cautivó. Levantó el rostro y notó un hombre completamente apuesto, un par de mechones de cabello cayeron en su rostro.

Si que lo conocía "Es que yo..." cerró el libro apenada y dejó de estar recostada boca abajo para sentarse. Se fue quitando el césped del pecho "aún mantengo mis hábitos" era su única idea en su cabeza. Acaba de ponerse nerviosa, increíble "Usted es Bladimir Du Astrum" no había hablado con él antes. No era parte de los cuatro como para estar en las reuniones donde el señor Sly recibía a sus íntimas amistades. Pero lo había visto, claro y de echo para que el señor Sly le comunicara que si él no estaba, este vampiro la ayudaría siempre, daba muy bien de que hablar.

Lo primero con lo que se encontró fue con un hermoso par de ojos grises, lindos realmente, cautivantes, tanto que olvido ver el rostro completó, rió calladamente por su descuido, cuando le miró con mayor detalle se dio cuenta que se trataba del “hada sumbenate” de Silvio, la muñeca de vestir favorita de Catrina Sly

¿Me permites? Le preguntó con voz profunda mientras se sentaba en el suelo frente a ella tomando con suma educación el libro, para tomar con la otra mano el comic y ojearlo Que hábitos mas interesantes… un inmortal para otra inmortal ¿No? le preguntó refiriéndose al x-men que peor le caía Wolverine

Alzó la mirada ante la voz femenina olvidando la facilidad con la que se había perdido en sus ojos y volviendo a caer en aquella trampa Eh.. Si, Bladimir du Astrum para su completo servicio Tamara Dalton Le tomó la mano y le beso el dorso, aunque su gesto no fue apreciado como deseaba ya que se encontraban sentados, volvió a reír por el asunto ..Bueno, su completo servicio mientras no me tengan trabajando horas extras le guiño un ojo

Asintió y le permitió que lo tomara de su regazo, el señor Sly usualmente se burlaba de su peculiaridad, de tantos personajes que podía encontrar una fascinación, escogía el menos similar a ella, existía una guerrera con la que siempre le comparaba: Witchblade, en el aniversario en que se unió a la "familia", le regaló el crossover de ambos, aún lo guardaba con recelo absoluto. Ella prefería, por su aparente agresión, ser comparada con X-23.

Por eso cuando escuchó sus palabras sonrió avergonzada, realmente el actor de las películas era su favorito, le encantaba los hombres entre dulces y toscos. No era ciega "Bueno, me gustan los mayores pero es solo un personaje" aunque no se negaría al actor. Aunque claro, eso nadie lo sabía, ni lo sabría nunca.

Parpadeó varias veces cuando lo escuchó dudar, pero fue disminuyendo el actor, haciéndolo lentamente, como si en cada palabra ella lo grabara en su retina. Sonrió de costado, los vampiros eran amables con ella, por respeto, se preguntó por qué lo hacía él, era obvio que en un entrenamiento él le ganaría.

Soltó una pequeña risa "Yo debería decir eso, no hay duda de mi posición y la suya" no sabía bien que hacía, pero por lo que tenía entendido, Bladimir Du Astrum era aún más antiguo que el señor Sly.