Plantas

29 de Septiembre|Libre

Una mañana estupenda, una brisa ligera le animó para aprovechar, antes de ir al Centro Médico, recoger unas plantas que había dejado secas en el cenador. En ese día, llevaba un pantalón tubo negro con unos zapatos de tacón fino, encima un corset púrpura, usaba sus lentillas que cambiaban sus ojos al mismo color que su corset. El cabello recogido.

La pequeña estatura la sacó de su madre, tuvo que subir a un banco para alcanzar las plantas que colgaban boca abajo y pese a ello no lo lograba. Su fino y pálido cuerpo era tan usado como una muñeca para vestir que como nunca agradeció el tamaño extra de sus tacones.

Fulminó con su mirada a las plantas que apenas rozaba con sus manos y se sintió una estudiante y no una doctora, una humana y no una vampira, una inocente en lugar de una asesina " Tal vez... un palo" se dijo

habia visto a esa nueva persona antes-holaa enfermera-dije con una sonrisa picarona.escondiendo mi presencia y mi holor llegue hacia ella y solo levantando la mano le alcanze lo que estaba buscando-no deberias ponerlas mas abajo para que puedas alcanzarlas-le dije sonriendole-pero esta bien que las pongas tan altas asi tengo suerte de verte denuevo-le dije con Mirada picarona mientras le entregaba las cosas-SOy Yokan mucho gusto-le dije haciendo una pequeña reverencia frente a ella...vaya si era muy bajita.

Una voz la sobresaltó, se puso a la defensiva por un segundo, el siguiente le hizo casi caer, le acaban de llamar enfermera, al parecer su niña había tenido razón en sus bromas " Doctora, sanadora, hasta shamana" mientras decía se iba girando, enseñando su belleza agresiva " pero nunca me habían llamado enfermera"

Vampiro, escaneó en su mente ese rostro, como protectora del grupo de Silvio Sly, en especial de la cría de este, debía saber de todos. Pero de esta persona no había tantos datos, claro a menos de que los fuese a buscar y no tenía autorización.

Tal vez parecía muy osca, no lo era realmente "Me ayudaron a ponerla ahí" bajo de un salto con agilidad, en punta de pies "y con ir al centro médico me verías otra vez, alumno" resaltó la última palabra, solo la fresca sangre humana la haría jugar. El vampiro le pasaba con-una-cabeza-entera "Tamara Dalton, la doctora de la academia" apoyó uno de los ramilletes contra su escote "y antes de clases vengo aquí siempre, por la medicina alternativa"