Hoy el Cielo Llora

31 de Septiembre-/18:45 hrs


estaba obscuro,los rayos no paraban de retumbar e Iluminar mi estadia ahi mi camiseta estaba a un lado cerca a un arbol con mis pantalones negros y unos zapatos de suela, hermosos color blanco con la suela negra. en mi cuello mil cadenas colgaban de el, mis piercings relucian con los rayos, mi pelo caia y mis ojos brillaban con un rojo intenso inconfundible en la noche.

estaba ahi meditando un poco,hay veces en las que me pregunto porque hice lo que hice,en porque tube que pelear con reita por el poder, derepente un flash de imagen de mi hermano mayor aparecio en mi mente, en el momento dias quizas meses antes de mi atentado exitoso-Reita: Yokan Yo no necesito todo eso no puedes ir por la vida con ambiciones estupidas...¡EN ALGUN MOMENTO NUESTRA ERA TERMINARA Y NO PODREMOS SER COMO ESTAMOS SIENDO AHORA!-vaya que tenia razon, pero en el momento en el que clave mi mano por su cuerpo no puedo evitar escuchar siempre en mi cabeza sus palabras-Reita:¿este es tu camino?...entonces no seas un perdedor...-al principio no le entendi el no queria el poder entonces porque me habia dicho que no fuera un perdedor...alos años lo entendi no queria que fuera como soy ahora...pero ya no importa pronto vendra la Era de Yokan y sere el Dueño de Todo.

Aún faltaba tiempo para el toque de queda. Por eso había trepado a un árbol de los límites del bosque y se había quedado ahí. Le gustaba las alturas. Las historias de los vampiros y sus alas, siempre le gustaron. Volar era su gusto pero como no podía trepaba árboles. Claro, desde que estaba en Medianoche.

Y no tenía que responder al modelaje y un cuerpo sin heridas. Pero al ir oscureciendo se dispuso a bajar. Ya había culminado el mes. Bueno, era la última noche del mes. Con altos y bajos. También su cumpleaños había pasado. Sonrió un poco nostálgica al recordar el mensaje de su ex novio.

Cuando divisó a Yokan, abrió los ojos admirada y un completo sonrojo tiñó sus mejillas. Claro que había visto hombres en poca ropa, ni que fuera una casta y pura. Pero igual no es algo a lo que te preparas. Aclaró su garganta.

Ella llevaba el uniforme de la academia. Uno de tantos. Toda ella olía al árbol que había subido. La única diferencia con el uniforme de todas, era sus medias largas, estilo calentador japonés. Apretadas sobre las rodillas y al llegar abajo de la rodilla se aflojaban hasta su tobillo. Haciendo un bulto suelto y volviendo a pegarse a su pie.

La pulsera que le había dado la hermana de Yokan seguía en su muñeca, escondida abajo de una pulsera gruesa de cuero. No había dicho de aquello a nadie. Ni a su sombra. Ni había vendido a Yokan. Él era el ex de su tía Halley. Parte de la familia.

El sonrojo se fue al recordar eso y sonrió- Vas a darle un infarto a las estudiantes humanas -le dijo como saludo.

miré hacia atras lentamente aun con los ojos iluminados,era Catrina no entendia porque ente tan hermoso hacia algo ahi a estas horas mas encima con esta lluvia su comentario me hico sacar una pequeña sonrisa de lado mire nuevamente al frente y con voz suave pero audible dije-ts humanos o vampiros todos quedan impresionados conmigo-con una pequeña risa tranquila-¿que haces tu por aqui?¿no deberias estar en tu habitacion? te vas a resfriar si sigues aqui-le dije volteando completamente hacia ella sin Moverme de Mi lugar la mire directo a los ojos sin decir una palabra Mi desquiciada mirada sin Mis lentes de Sol parecia Desaparecer con la Lluvia-Odio las Lluvias porque me hace parecer que estoy llorando-le dije poniendo una mano debajo de las Aguas que Caian-pero me Ayudan a pensar y mucho...por eso amo la Lluvia-le dije mientras me acercaba hacia ella lentamente.

Apartó su cabello mojado. Echó el rostro hacia atrás para refrescarse un poco. No le importaba el frío, lo amaba. Ese era su elemento. Si es que el frío era en alguna cultura un elemento, sino, el agua.

Caminó unos pasos a él y negó resignada, sin dejar de sonreír- Por supuesto, es obvio que eres consiente de ello y ya no es un secreto -bromeó.

Extendió sus manos a los costados. Los estiró y soltó un bostezo de pereza- Estaba durmiendo. Arriba de un árbol -señaló la dirección por la que vino.

Tenía una eterna sonrisa en sus labios, siempre la tenía con la lluvia. Un paso a la vez terminó frente a él. Pese a sus pensamientos, era difícil controlar sus gustos- Adoro la lluvia. Siempre será mi momento favorito -se limpió el agua del rostro aunque fuese innecesario- Te ves... distinto

-la lluvia...tan miestriosa.tan bella y al mismo tiempo odiosa-le dije sonriendole frente a ella...
durmiendo en un arbol vaya y pense que yo estaba algo loco-al parecer ahi se ven tus dotes de Scout Girl-le dije bromeandole mientras me comentaba por mi apariencia-¿Distinto? ¿Como Distinto?...em si es que estoy Sin Mi camisa-le dije riendo un poco-te ves bien con la lluvia encima me Recuerdas a alguien muy especial en Mi vida-le dije cuando en Mi mentes Flash de imagenes de Hall y Yo besandonos bajo varias tormentas de lluvia y truenos y una nevada-solo que no se a quien-dije mintiendole porque de verdad sabia a quien me referia.

Se tapó la boca con su mano pero se rió largamente, acaba de oír algo muy gracioso- Lo mismo me dice Deacon, pero no de la lluvia, sino de mi -claro que ni le creía. Él era un... un... un algo molesto.

Movió la cintura y su cuerpo en sí como lo haría una niña consentida- No me recuerdes esos uniformes, cuando creces ya no son 'adorables' -y los trajes. Claro que había usado ropa de niña exploradora, pero para una sesión de fotos.

Le miró el torso desnudo. Como un tío. Como un tío. Mejor y hablaba con tía Halley sobre Yokan para que le contara anécdotas. Así lo vería más familiar- Como si fuese una gran llama que cambia del intenso rojo a uno amarillo pero firme -se intentó explicar.

Y Yokan no hacía las cosas fáciles. Mentalmente le fulminó con la mirada. Claro que por fuera solo sintió que se sonrojaba, buscó mirarle- Espero que no sea a mi madre -cuando dijo eso se puso algo nerviosa por hablar de más- Ya que tú y tía Halley... y mi madre y ella son hermanas -echó el rostro hacia atrás. Las gotas de agua calmaban el calor- Aunque madre nunca debió ser importante para ti -concluyó.